Voy a aprovechar este editorial para comunicar una noticia extraordinaria, la conformación de un Consejo de Productores y Productoras en la Comunidad Agroecológica UBV Cacique Mara. Un sueño largamente acariciado que. con empuje, voluntad, cooperación, se está haciendo poco a poco realidad. Y digo largamente acariciado porque se remonta a los primeros años de fundación de nuestra universidad, de cuando se hablaba de Núcleos de Desarrollo Endógeno y era la prédica del Comandante Hugo Chávez cuando, veía visionario como era, que la única manera de lograr la soberanía, era produciendo. ¿Se acuerdan que en la época de bonanza, Chávez hablaba de gallineros verticales? Pues bien, en eso consistía su liderazgo, sembrar profundamente en el pueblo venezolano, advertir los tiempos que venían, porque la larga historia de la dominación imperial conoce de bloqueos y asfixias, y sólo resisten los que se organizan para la producción, haciendo mano de los recursos materiales y espirituales que se tengan. Es así como la sede de la UBV en el Zulia, localizada en el oeste de la ciudad, zona como sabemos altamente rica en agua y en tierras fértiles, debió desde un principio enfocarse en su entorno natural y dedicarse a la producción, sólo que el petróleo y la renta no nos permitía ver lo que Chávez veía y lo que la lógica histórica enseñaba. Y por mucho tiempo seguimos haciendo lo que todas las universidades, dando clases hablando de un país irreal, aéreo, de problemas muchas veces abstractos o teóricos, pero de esa teoría desanclada, que no busca resolver ni transformar la realidad. Mientras tanto, las comunidades campesinas seguían allí a nuestro lado, y en algunos momentos eran miradas de manera tímida o recelosa, pero nunca como aliadas. Hasta que la guerra híbrida llegó desmantelando infraestructura y creando condiciones para que ocurriera el previsible desenlace, que la UBV se fuera de La Retirada, literalmente con las tablas en la cabeza. El sabotaje eléctrico nacional fue el puntillazo final y sí, nos fuimos, y fue en ese momento que los vecinos hacen presencia para proteger instalaciones que pese a la distancia paradójica, sentían suyas. Corazón había porque no siempre hubo distanciamiento ni hostilidad, nuestro comedor alimentó por mucho tiempo a sus niños, y en época de vaguadas e inundaciones, fuimos albergue. En todo caso, el poder popular hizo lo que debía hacer, proteger espacios y territorios, para rescatar, para poner a salvo y aguardar tiempos mejores. La Gobernación del Estado Zulia nos brindó un inmenso apoyo en el rescate de bienes y nos preparó para esta nueva etapa que, junto a la Alcaldía Bolivariana de Maracaibo, se está construyendo desde las bases, desde el agua y la tierra, desde la semilla que es el pueblo organizado y consciente. No fue sólo entonces ni se trata de una mera ocupación sino de comenzar con gestión propia a levantar la producción. Y tras ese ejemplo de caer y levantar, llega, recapacita, reflexiona la UBV y comprende que en alianza productiva y estratégica, la Sede de la UBV con todo su potencial humano y científico, puede convertirse en centro y polo de desarrollo. En este marco y escenario, la Alcaldía Bolivariana se ha volcado al acompañamiento y a generar las condiciones para impulsar la producción local y, en acuerdo con la UBV. convenir en una estrategia mancomunada que nos permita producir vegetales, hortalizas, leguminosas, miel y proteína animal, en crear un laboratorio de prácticas agroecológicas, en un banco de semillas, en un vivero, en una escuela social, en un espacio de formación para la juventud, y, especialmente, en una universidad que investiga y enlaza, que abona y siembra para construir desde la raíz una patria inexpugnable. Con el Gobierno Nacional, con la Universidad Bolivariana de Venezuela, con la Gobernación del Estado Zulia, con la Alcaldía Bolivariana de Maracaibo y la Comunidad Agroecológica UBV Cacique Mara, unidos, venceremos.
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