“A Luisa Beatriz, por todos los años
que hemos reídos juntos”.
Epígrafe de Tiro de Gracia, libro
inédito del “Chino Vidal”.
Por
Comienzo el presente texto con el
epígrafe precedente porque al recordado “Chino Vidal”, valga
decir con más propiedad Vidal Chávez López, sólo puede ser
recordado
con el humor que lo caracterizaba en toda circunstancia. Tuve la
oportunidad de ser su secretario (Coordinador Adjunto del Programa de
Comunicación Social de la Universidad Bolivariana de Venezuela-sede
Zulia) y por ello viví muchas anécdotas y circunstancias que vale
la pena recordar. El Chino Vidal fue el Coordinador del Programa de
Comunicación Social de la UBV del año 2007 hasta el 8 de septiembre
de 2008.
Una de sus pasiones más fuertes era la
Universidad creada por Hugo Chávez, a ella entregó sus últimos
días, recuerdo que en la víspera
de su fallecimiento y en plena época vacacional me dijo -Miguel
mañana vamos a trabajar a la UBV porque viene la primera graduación
en la Universidad-. Yo le dije: -Vidal si me vienes a buscar a
casa y me traes desayuno voy con
gusto contigo-. Vidal era de tal grado de solidaridad que en su
carrito cabían todos y compartía su pan con todos. Ese día, el 8
de septiembre, me quedé esperándolo, pero hoy viene con el recuerdo
de un buen amigo.
Otro mundo, en el cual nadó como pez en
agua El Chino Vidal fue en
la radio,
lástima que en ese medio todo se pierde en el aire, si no tomamos
las previsiones. En Radio Fe Alegría Maracaibo produjo y condujo los
programas de humor político “La Ruta del Bacalao” y “Aquí
estamos y Aquí Seguimos”, en los tiempos rudos de la Revolución
Bolivariana del año 2002. Compartí con él el
programa “La Quinta Pata del
Gato” en la emisora Carbozulia cuando ésta quedaba en el muelle de
El Moján, en muchas ocasiones después de reír en el programa
llegábamos a las ventas de pescado de la Troncal del Caribe para
celebrar la alegría de vivir y compartir: el pescado frito y la
cerveza.
Fueron muchos los momentos que
compartimos dentro y fuera de la Universidad. Siempre me decía en
tono jocoso, al montarme en su carrito verde, -Miguel ponte el
cinturón de seguridad para que la policía crea que somos personas
decentes porque los malandros son los que no usan los cinturones-.
Una vez un policía de carretera nos detuvo al verlo manejando y
hablando por teléfono celular y sosteniendo el aparato con su hombro
como era su costumbre. El policía al ver el cartelito que siempre
cargaba en su carrito que decía “Prensa”, le preguntó: Dónde
trabaja usted: -Él le dijo que escribía una columna de opinión en
el diario Panorama y se llamaba Vidal Chávez López. Resulto que el
policía era “fan” de su columna de humor político y allí
comenzaron a hablar y a reírse como viejos amigos.
Así era Vidal, bueno en todo lo que
hacía: buen padre, buen amigo, buen ciudadano, buen periodista-poeta
y escritor, y buen coordinador. Una persona que no hacía alarde de
sus múltiples habilidades, destrezas y conocimientos. En suma, una
persona rodeada de un círculo de amigos que lo amaban y reían
consigo.
Su eterno humor
quedó para siempre en su tarjeta de presentación que dice: “Cuido
pirañas, cambio bombillas, celo esposas, empujo carros quedados,
soplo botellas, entreno tortugas cojas, cargo ataúdes, hago colas en
oficinas públicas, saco gases a los niños, busco personas perdidas,
ensayo novias para el matrimonio, hago exorcismos.”
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