lunes, 27 de julio de 2015

¡Seamos como Fabricio Ojeda!

Lenin Tremont

“Hay necesidad, en todo momento, de profundas batallas ideológicas que permitan ganar gradualmente las masas para la lucha. Se requiere usar de gran iniciativa para ahondar la conciencia revolucionaria del pueblo y la clase progresista. La propaganda y la agitación constante, por diferentes medios, son armas indispensables. Para que su utilización sea provechosa y efectiva, los revolucionarios de vanguardia deben estar lo suficientemente preparados en lo físico y mental”.

Fabricio Ojeda, cuadro integral de la revolución latinoamericana, en estas líneas muestra la bitácora del periodismo militante y patriótico que se debe ejercer “en todo momento”, marcado por constantes y “profundas batallas ideológicas”, enmarcadas en la guerra de cuarta generación que se engendra desde
laboratorios de propaganda negra, que busca desencantar al pueblo de la revolución bolivariana, único amor que lo hará libre del hambre, la pobreza y la ignorancia y que se expresa en “ganar gradualmente las masas para la lucha”.

El objetivo de un periodista militante, como Fabricio, es transformar la realidad para mejor, desde su espacio profesional, “por diferentes medios, que son armas indispensables. Para que su utilización sea provechosa y efectiva”, con mensajes que tributen a una sociedad impregnada de valores de justicia, igualdad, cooperación, tolerancia, democracia, amor, libertad, de una ética revolucionaria y socialista, totalmente incompatible con el capitalismo, injusto, desigual, competitivo, intolerante, antidemocrático, odioso y castrador de las mayorías. Para lograr el objetivo de ser un periodista militante y defensor de los intereses del pueblo, Fabricio Ojeda, plantea un método infalible: “La propaganda y la agitación
constante”.

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