lunes, 27 de julio de 2015

Chávez ubevista

Carmen Simona Matute
carmensimona2005@hotmail.com

Por el campo universitario ubevista circulan la voz y los pasos de su creador. La presencia del fundador ilumina cada espacio. Brillan sus ojos y su sonrisa apasionada ante los aciertos y los esfuerzos innovadores. Retumba su indignación contra la injusticia y la indolencia. Al decir del poeta, todo lleva su impronta. En el sueño chavista de la Casa de los Saberes, la función académico­formativa apunta a la reflexión crítica en un proceso dialógico, donde queda descartada la relación autoritaria y jerárquica respecto a la unilateralidad y ritmos de lo que debe aprenderse, y cuándo y cómo, teniendo en cuenta que tanto los estudiantes como los docentes son seres de transformación y no de adaptación. Y que en el proceso de aprender y desaprender, tanto en unos como en los otros, la responsabilidad es propia, por lo que se privilegian nuevos esquemas de comprensión para permitir posicionarse en mundos tan complejos y cambiantes como los de este siglo, donde la educación y los individuos que se educan deben pensarse en su contexto histórico y en los valores culturales que le dan sentido, pues los espacios físicos no son lo privilegiado, sino los espacios histórico­ culturales donde el ser humano crea y recrea su realidad, hace su historia y se transforma en un ser histórico.

En este paradigma emergente de la educación universitaria bolivariana se asume la interdisciplinariedad educativa e investigativa, haciendo esfuerzos para integrar aportes disciplinarios en el abordaje de procesos, lo que enriquece a las propias disciplinas y conduce a reconocer la transdisciplinariedad como perspectiva y práctica referida a los saberes que se construyen; orientada a la comprensión de la complejidad del mundo y de la condición social y humana, de sus procesos, sus prácticas, sus dinámicas, sus cambios y el análisis e integración de las diversas dimensiones que confluyen en la integración de los procesos, por ejemplo, económicos y políticos.

El enfoque educativo ubevista impulsado por su creador postula entre sus retos la calidad que garantice la equidad en los procesos y logros de formación para todos los estudiantes, pues, la baja calidad de la educación conduce a reforzar las desigualdades sociales. ¿Cómo articular calidad­equidad? Está claro que esa dinámica no se realiza a partir de estructuras centralizadoras y homogéneas ni a través de prácticas educativas de gestión vertical, sino mediante una combinación que dé oportunidad a la igualdad de condiciones para el acceso y para el desarrollo de actividades de aprendizaje, atendiendo a la diversidad de situaciones con sus intereses y necesidades. Lo que conduce a postular que el tiempo de aprendizaje va mucho más allá de determinadas edades y momentos y de ciertos requisitos burocráticos, por lo cual, la universidad es aula abierta a la comunidad en la cual está inserta, propiciando espacios de convivencia y aprendizaje en y para la diversidad, que permitan un mejor aprovechamiento de los recursos de cada comunidad, que posibiliten aprendizajes sin fronteras, sin límites de edad ni de condición social y física, y sin prerrequisitos.

Vincular universidad bolivariana con sociedad permite orientar lazos en un doble carácter: la relación con los cambios que vive la sociedad venezolana (teoría) y la articulación con los movimientos sociales, las organizaciones populares y los proyectos colectivos que convocan y luchan por la construcción de una sociedad justa, libre y humana (práctica). Tal perspectiva replantea el horizonte ético­político de la vinculación entre lo que se teoriza y la práctica, permitiendo desarrollar estrategias que conecten la formación y la investigación con la interacción social transformadora, lo que conduce a democratizar el conocimiento universitario ampliando los procesos de participación en la construcción de conocimiento y la transformación social, pues ni una ni otra son privilegio exclusivo de la universidad o de los académicos. El vínculo de la universidad con la sociedad no puede ser ya pensado ni realizado en investigar, hablar o escribir, por ejemplo, sobre los sectores populares, sino construir conocimiento con ellos en el proceso mismo de construcción del protagonismo popular y en la puesta en común de experiencias vinculadas con propósitos de transformación social.

Chávez ubevista convoca hoy como ayer y como siempre a la alegría del convivir, del consaber, del construir, limpiando el campo de las malas hierbas del egoísmo materialista, sancionando a quienes se aprovechan de bienes del pueblo y haciendo un llamado a la humildad que tiene entre sus expresiones el mandar obedeciendo para fortalecer la democracia bolivariana y socialista. Chávez ubevista se regocija con los logros de su creatura y la acompaña en su marcha victoriosa hacia la utopía de construir una nueva cultura política con la asunción del aprendizaje ético­político como dimensión vital de su función formativa y de su responsabilidad pública.

No hay comentarios:

Publicar un comentario