Jhasua Guerra/Verónica Pirela
jhasuaguerra1@gmail.com
El bachaqueo en su diversidad viajera,
electrónica y bancaria
Como la canción del grupo Buena
Fe, al parecer muchos andan con un catalejo con el que pueden ver la luna pero
no pueden verse la uña del pie. Entre venta y reventa revienta la economía
nacional, es decir, la sustentabilidad de cada uno de nuestros hogares. Andan
por ahí derrochando su extraña habilidad para sortear tramites, mientras son
amigos de amigos que consiguen de todo ha cambio de dinero, se creen su mentira
de abundancia, mientras vociferan su odio a la patria, culpando al otro, llevan
de la mano a sus hijo hacia el festín de la ilegalidad garantizando toda una
generación de lacras.
En
las disertaciones callejeras, en los hogares, en las redes y en los medios se
hacen juicios parciales y racistas donde los wayuu y los sectores
tradicionalmente marginados o los seguidores de una parcialidad política son
quienes disfrutan del festín de la trampas y marañas para hacerse de dinero fácil,
pero la realidad demuestra, que como dejó para la historia Eduardo Galeano,
vivimos en tiempos del mundo al revés, y mientras vociferan andan utilizando
toda su energía y creatividad en sortear cada medida que se tome para intentar
frenar el suicidio financiero.
Cuando se habla del fenómeno “CADIVISMO” en
Venezuela, también conocido como “RASPACUPOS” o “BACHAQUEO”, es necesario
entender el origen de este problema.
En
Venezuela existe un mercado oficial de divisas, que es la tasa Cencoex, que suple
la necesidad de divisas para las importaciones en un 85%; existe un mercado
oficial complementario de libre fluctuación de divisas, creado por causa de la
especulación para tratar de frenar la misma llamado Simadi, y existe el mercado
oficial para viajeros llamado Sicad. Fuera de la legalidad existe un mercado
paralelo que se maneja entre Colombia y EE.UU, cuya base de operaciones se
encuentra en Cúcuta y difundida desde Miami a través del portal
“dolartoday.com”, y es el mercado que actualmente rige la economía venezolana,
y hay quienes directa o indirectamente sostienen este mercado. Vale mencionar
que este sitio es manejado por personajes prófugos de la justicia venezolana,
enemigos del gobierno y la revolución bolivariana, y emplean sus herramientas
para hacer explotar la economía venezolana para generar un caos y propiciar una
caída del gobierno.
¿Quienes
sostienen ese mercado ilegal? Existen cuatro modos principales de bachaqueo de
divisas, que representa una cifra de $15.000.000.000 (quince mil millones de
dólares), el cual surte de divisas al mercado paralelo, siendo el precio de
compra 12 BsF y el precio de venta 258 BsF (un 2.000% de jugosa ganancia). Por
supuesto quien tiene el polvito mágico que convierte los dolares en
super-dolares es “dolartoday”, página web dirigida por la crema y nata de la
putrefacción y fetidez moral más emblemática de la MUD como lo son Orlando
Urdaneta y Eligio Cedeño, dos nefastos personajes que dicen ser el “termómetro”
del dólar en Venezuela, sin embargo actúan más como cáncer o gonorrea que como
un termómetro.
Bachaqueo
Modo Electrónico:
Esta
es la variante parasitaria predilecta de los que se quejan de la inflación,
pero contribuyen muy eficientemente a que todo cueste más de su costo real.
Es
el que usa su cupo electrónico para adquirir productos por internet, donde
Amazon.com es el sitio predilecto para hacer estas compras y luego los vende a
precios exorbitantes en mercadolibre.com, el enjambre electrónico más popular
entre los bachaqueros del cupo.
Este
es el bachaquero más tonto, ya que adquiere mercancias muy baratas para
venderlas carísimas, y con lo que obtuvo por la venta, va y le compra a otro
bachaquero lo que él pudo haber adquirido actuando honestamente. A la final él
sale perdiendo, pero haber hecho esa operación fraudulenta lo hace sentir como
un ágil corredor bursatil de Wall Street.
Bachaqueo
Modo Coleccionista:
Este
es el que no tiene madre, padre, hermanos, amigos, todos son potenciales
clientes para él. El modus operandi de este bachaquero es reunir o coleccionar
tarjetas “gift card” para comprar en mayor cantidad que el bachaquero anterior,
pero este actúa con un grado mayor de estupidez, ya que paga el cupo de cada
cliente con un 1500% de sobreprecio. Compra los cupos electrónicos de sus amigos,
colegas y/o simpatizantes, y con ellos adquiere las gift cards, para luego
abastecer el mercado paralelo de basura electrónica, cosmética o de otro tipo,
donde desde luego mercadolibre es la plaza ideal para este tipo de transacción.
Bachaqueros
del Aire:
Este
es el modo de bachaqueo más rentable para el ciudadano común y que aporta la
mayor cantidad de divisas al mercado paralelo. Este parásito tiende a aparentar
ser una persona de negocios, habla como si viviera en Miami Beach, pero por
alguna razón no pasa mucho tiempo allí sino en la “dictadura castrochavista
venezolana”. Siempre dice frases antipatrióticas en lugares muy concurridos
para sentirse a la altura. Todas sus fotos de Facebook son de él posando en
sitios emblemáticos de las ciudades predilectas para el “raspado”, pero no en
los mejores hoteles o restaurantes de la ciudad sino en plazas y lugares
públicos, ya que su avaricia no le permite gastar un dólar en algo que no sea
de extrema necesidad, como comer o ir al baño.
El
bachaco del aire busca los destinos donde el cupo es mayor, es decir, donde el
Estado le proporciona la mayor cantidad de divisas en un solo viaje. Pasa una
semana durmiendo entre aeropuertos y moteles baratos para ahorrar sus dolares,
come galletas de Soda, sardinas enlatadas, se traslada a pie, todo con el fin
de ahorrar lo más que pueda para luego traerse las divisas, que después le proporcionará al mercado que le vende a él
mismo mercancías a precios espeluznantes.
Bachaquero
Modo Mula:
Este
modo está muy relacionado con el anterior. Una persona viaja con las tarjetas
de otros para rasparlas en el exterior. En este caso el bachaco tarjetahabiente
no viaja, pero hace todo el procedimiento pre y post de un viaje (en algunos
casos la mula le hace todo el tramite en complicidad con empleados del banco).
Esta mula (y perdón le pido a esa noble especie animal por compararla con
semejantes delincuentes) viaja corriendo el riesgo de ser capturado como un
vulgar ladrón si lo descubren, tratado como escoria en los países donde ya los
tienen identificados, todo por obtener una ganancia por volumen, es decir, la
mayor parte de la ganancia se la lleva el parásito tarjetahabiente, y él se
queda con un porcentaje menor, pero que por la cantidad de tarjetas obtiene una
buena ganancia por su fechoría.
Ahora
bien, ¿cuál es el problema aquí?¿acaso esta mal obtener ganancias por venta de
productos o servicios prestados? No, no esta mal obtener ganancias por venta de
un producto, pero las leyes venezolanas establecen que el margen máximo de ganancia
que puede obtenerse de la venta de un producto es de 30%, y también es bueno
aclarar que las divisas no son productos ni servicios.
El
grave problema que esto causa es que la razón de ser del dólar paralelo es la
liquidez de divisas en ese mercado, y las divisas que se mueven libremente en
ese mercado son las que precisamente salen a través del Sicad para viajes y
comercio electrónico, y entran en el mercado paralelo. Si no existiera la
compra-venta de divisas provenientes del Sicad, dolartoday.com no existiría, al
menos como lo que es hoy. Las divisas del Cencoex no mueven el precio del
mercado negro, la fuga de capitales tampoco influye en la variación de ese
precio tan eficazmente como las divisas “bachaqueadas” por el ciudadano común.
Explico
por qué con un ejemplo: Si un kilo de harina de maíz cuesta 18 BsF en el
mercado oficial, y de pronto un hipermercado como Makro pone 2 toneladas de
harina a 200 BsF, eso no está afectando los precios en el mercado, ya que la
gente sabe que solamente allí cuesta así, y si va a otro sitio la encontrará a
18 BsF. La harina de Makro se quedará largo tiempo en los anaqueles hasta que
se dañe o decidan bajarle el precio. Pero si no es Makro, sino que todos los
bodegueros formales e informales ponen el precio en 200 BsF, comienzan a
desabastecer los supermercados porque es una ganancia jugosa comprar a 18 y
vender a 200, entonces la gente percibe que ese es el precio, y comienza a
adoptarlo así. Lo mismo sucede con las divisas. No es el gran empresario
especulador, quien se roba las divisas otorgadas para importaciones el que pone
los precios en dolartoday. Es el bachaquero, el que mueve de migaja en migaja
el que contribuye a inflar los precios. No es quien mueve las divisas en
cantidad, es precisamente el movimiento de poquito en poquito lo que causa el
efecto.
Entonces
el problema aquí no es quién roba más, el ladrón es ladrón sin importar la
cantidad que robe, sino quién es el que se está prestando para bombardear la
economía venezolana. ¿Soy parte de la solución o soy parte del problema? Es una
cuestión de conciencia, de soberanía, de identidad bolivariana, incluso de
sentido común. Quien participa en esas prácticas, aunque
intente justificarse bajo la idea de sobrevivir, o que el bachaqueo es
consecuencia de las políticas de gobierno, o cualquier excusa, está
contribuyendo a su propia ruina financiera, no solo a la suya, sino a la de
todo un país.
Jhasua
Guerra
Licenciado
en Informática para la Gestión Social
Analista
Programador de Sistemas de la UBV
jhasuaguerra1@gmail.com
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