lunes, 12 de octubre de 2020

LA ARDIENTE PACIENCIA DE LA RESISTENCIA INDÍGENA

 

Miguel Fuenmayor.

Docente del PFG en Comunicación Social,

de la UBV Eje Cacique Mara.


 

 



            “La Nación que hoy es Venezuela debió redefinir su iden­tidad en varias circunstancias críticas, y en casi todas ellas sec­tores dominantes foráneos o internos impusieron al venezolano una autoimagen negativa. La primera de ellas ocurrió con la invasión europea (1498-1810), cuando los conquistadores realizaron un sostenido es­fuerzo por la violencia y la catequesis, aculturando a las etnias aborígenes y africanas para configurar una identidad que fuera remedo de las instituciones ibéricas”. (Brito, 2017: 57). A 522 años de la conquista española, hoy seguimos padeciendo la misma situación, con el imperialismo norteamericano y sus seguidores europeos.


Este 12 de octubre, Día de la Resistencia Indígena en Venezuela, es bueno recordar las cifras de la población indígena en Nuestramerica y en nuestro país, porque siempre se tiende a invisibilizarnos e ignorarnos. En nuestro continente coexisten más de 400 pueblos indígenas dentro de las fronteras nacionales, con una población superior a los 38 millones de personas; mientras que en el resto del planeta ascienden a más de 300 millones de indígenas, diseminados en más de 70 países. Según los resultados preliminares del Censo de Población y Vivienda realizado por Instituto Nacional de Estadística en año 2011 en Venezuela habitan 725.128 indígenas (2,7% de la población total). En el Zulia se encuentra el 61 por ciento de la población indígena del país, representada por los pueblos: Wayuu, Añú, Bari, Japreria y Yukpa.


Las cifras hablan por sí solas, pero lo más  importante de esta situación nos lo señala Andrew Gray, quien refiere que: “comparado con el número de culturas de Estados nacionales, las de los pueblos indígenas constituyen entre el 90 y el 95% de la diversidad cultural del mundo… Los pueblos indígenas del mundo representan por lo tanto la diversidad de la existencia humana, a pesar de que constituyen una minoría numérica”. (Gray, 2010: 39). Y es esa diversidad la que la que le da a la humanidad  un contraste de pensamiento y acción.


En Brasil, mientras los indígenas son guardianes de la Amazonía, los terratenientes agroindustriales arrasan con miles de kilómetros de selva con la anuencia del gobierno actual. En Colombia, a pesar de la firma de los tratados de paz, centenares de poblaciones indígenas son desplazadas de sus tierras por un conflicto que parece no tener fin. En Bolivia, “la derecha” asaltó el poder con una Biblia en la mano, imponiendo por la fuerza a una presidenta de facto, desplazando del gobierno al primer Presidente indígena elegido por el voto popular, en una nación de mayoría indígena. En Chile la población indígena Mapuche es catalogada como terrorista y son cotidianamente asediados por las fuerzas represivas de los carabineros. En resumen: el reconocimiento  y garantías que en la década pasada habían obtenido los pueblos indígenas y la población en general en nuestros países gracias a los líderes populares como: Hugo Chávez, Evo Morales, Lula da Silva y Fernando Lugo, han sido abruptamente eliminados por la revancha de la derecha en el poder, quedará en la conciencia de nuestros pobladores dejar perder totalmente los logros alcanzados. En la Venezuela asediada por los cuatro costados, se verá en las elecciones parlamentarias del próximo 06 de diciembre si la población ha aprendido a conocer quién es su enemigo.

 

SIGLO XXI: UN MUNDO OSCURO

 

La Pachamama, padece en estos primeros 20 años del siglo XXI, la vorágine cultural y material del capitalismo. En este escenario geopolítico mundial, Nuestramerica y, nuestros pueblos indígenas, en particular, padecen las secuelas de la colonización y dominación que se inició en 1498 y continúa por diversos frentes en estos días. Adicionalmente, fruto de lo anterior, los pueblos indígenas viven conflictos intraétnicos que ponen en tensión su supervivencia e identidad. El intelectual norteamericano Noam Chomsky al caracterizar al mundo de hoy, señala que, “Se pueden discernir dos trayectorias de la historia actual: una que apunta a la hegemonía y que actúa racionalmente dentro de un demencial marco doctrinario, a la vez que pone en riesgo la supervivencia; la otra, consagrada a la creencia de que es posible otro mundo, en las palabras que animan al Foro Social Mundial, desafiando el sistema ideológico imperante y buscando alternativas constructivas de pensamiento, acción e instituciones. Nadie puede anticipar cuál de estas trayectorias va a prevalecer. La dicotomía ha sido corriente a lo largo de la historia: la diferencia crucial es que hoy hay mucho más en juego”. (Chomsky, 2004:335). Adicionalmente, a la situación descrita por el investigador estadounidense, se presenta la pandemia del Covid 19, lo cual viene a enrarecer el panorama del mundo y la población indígena no lleva la mejor parte.

En el contexto venezolano actual de “Guerra Económica”, los pueblos indígenas y la población venezolana en general se han adecuado y adaptado rápidamente a la crisis de alimentos que vive Venezuela, los indígenas dan muestras de resistencia, supervivencia y aportes con sus prácticas ancestrales de producción, consumo, intercambio y tecnología. Se podría considerar que el consumo de yuca, auyama, topocho, mango, entre otros alimentos (producidos por familias wayuu en la periferia urbana de Maracaibo) en el segundo semestre del año 2017, salvó al pueblo zuliano de una hambruna generalizada, cuando las grandes industrias dejaron de producir harina precocida, elemento primordial de la dieta del pueblo venezolano. Pero en contraposición, también se activaron prácticas profundamente negativas entre los indígenas wayuu, asociadas al contrabando y al llamado “bachaqueo”, que ha mutado a la sustracción de materiales estratégicos del país hacia Colombia.

En consecuencia, en este momento debe emerger y potenciarse el sentir y el pensar del mundo indígena para liberarnos de la estructura colonial que se reproduce como la hidra en la conciencia de los pueblos, impidiéndoles avanzar en pro de un mundo mejor, donde impere el buen vivir entre otros modos de vida y pensar de nuestra región. Hoy los pueblos indígenas se hibridan para reafirmarse en su identidad, en el marco de este contexto resisten, recrean, y conviven con sus semejantes y los otros como sujetos históricos diversos en permanente transformación.

Finalmente, cabe destacar que el Día de la Resistencia Indígena fue una idea del Presidente Hugo Chávez con la intención de fortalecer la identidad étnica en nuestro país. Por su parte, desde la Universidad Bolivariana de Venezuela es bueno recordar que esta universidad contribuyó grandemente a saldar la enorme deuda educativa y social que tenía el estado venezolano con su población indígena. Por consiguiente, se podría considerar que la UBV es una Universidad Multiétnica y pluricultural. 

 


 


Bibliografía

- Brito García. Luis. (2017) El verdadero Venezolano. Monte Ávila Editores Latinoamericana. Caracas. Venezuela.

- Escobar, Arturo. 2007. La invención del Tercer Mundo. Construcción y deconstrucción del desarrollo. Fundación editorial El Perro y la Rana. Caracas, Venezuela

- Gray, Andrew. Los pueblos indígenas en las Naciones Unidad; en Mundo Indigena1995-1996; Copenhague, Naciones Unidas.

- Estadística. Disponible en www.ine.gov.ve/CENSO2011/ [Consulta: 11/07/2015)

 - Mignolo, Walter. Entrevista.  Tabula Rasa. Bogotá - Colombia, No.9: 285-310, julio-diciembre 2008. 

- Mignolo Walter.2005. La idea de América Latina. La herida colonial y la opción decolonial. Editorial Gedisa. Biblioteca Iberoamericana del Pensamiento. Barcelona-España.

- Chomsky, Noam. (2003) Hegemonía o Supervivencia. Grupo Editorial   Norma. Colombia.

- Fuenmayor, Miguel (2020). Proyecto de tesis doctoral.

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